El albero sevillano, el mejor escenario para el arte de Fabiola 1987
[social_buttons facebook=»true» twitter=»true» google_plus=»true» pinterest=»true»]Fabiola 1987. Cada año en estas fechas nos apresuramos a guardar las túnicas de nazareno para hacer sitio a los trajes de flamenca. En muchos hogares, incluso colocamos un perchero desmontable, donde menos moleste, para estos menesteres.
Las mujeres de la casa son las más atareadas y las que más disfrutan. Hay que revisar los trajes de otros años, plancharlos bien y ver si tenemos su mantón y complementos en perfectas condiciones.
Y si estrenamos traje, no podemos olvidar hacer sitio para él, es el estreno que más nos ilusiona.
Todo ordenado: traje, mantón y complementos listos para vestirnos cada día sin tener que pensar, sin tener que entretenernos.
¡Vámonos a la feria con Fabiola 1987!
Los días de feria son una locura. Horarios sin orden ni concierto. La familia y los amigos jóvenes de nuestros hijos se acoplan como pueden en camas plegables o en el sofá del salón. Es una locura, bendita locura, porque lo pasamos muy bien.
A la feria se va a almorzar, aproximadamente sobre las tres de mediodía.
La mayoría de las mujeres, sobre todo las jóvenes, van vestidas de flamenca y los hombres muy elegantes con chaqueta y corbata.
Imaginad lo difícil que resulta organizar que cada uno salga perfecto a la misma vez. La flamenca se tiene que peinar con moño o trenza recogida y colocarse perfectamente la flor.
No es fácil. Han de ayudarse unas a otras y para complicarlo un poquito más deben colocarse el mantoncillo con gracia.
A veces tienes en casa caballistas, chicos, chicas o mayores que disfrutan de salir a caballo por el Real. Es otra indumentaria, otra maravillosa complicación.
A la feria se va normalmente en un autobús especial o en taxi. Aparcar por la zona es imposible.
Se pasea, se toma una ración aquí una manzanilla allá o un rebujito, y pasas la tarde alternando con amigos y conocidos que quizá no vuelvas a ver hasta la siguiente Feria.
Quizás te bailes unas sevillanas o una rumbita o tengas la suerte de escuchar y presenciar un buen flamenco.
Y cuando te cansas intentas volver a casa, si puedes, porque encontrarás un montón de amigos que intentarán hacerte desistir.
Una última cosa, recuerda que cuentas con tu aliado, Fabiola 1897, para tus olvidos de última hora.
Ponte en contacto con nosotros por teléfono 954 221 435, te ayudaremos a solucionar tus contratiempos inesperados para que puedas disfrutar de la feria perfecta que te mereces.